Por: Carolina Navarro Jiménez.

Proyecto “Calidad con Sentido Humano”.

En nuestro siglo no hay monarcas que impongan autoridad con un toque de espada sobre los hombros, pero sí gerentes que creen otorgarla con un titulo de “jefe” u “oficial de”. Sin embargo, la autoridad es un regalo que se gana, proviene de los colaboradores, compañeros, gerente y hasta de uno mismo. Aun más, los buenos resultados en su labor diaria y conocimientos son el soporte de cualquier autoridad. Por ende, es una cualidad que se desarrolla existiendo incluso ocasiones donde tenemos que recogerla cuando alguien ha abdicado de ella; por lo que trae como consecuencia una responsabilidad adicional para el Talento Humano de la fábrica que se transmite en tareas y expectativas, surgiendo así los lideres informales, que solo en algunos casos son designados formalmente.

Lo importante de todo esto es recordar que la brecha entre el “jefe” y el “líder”  está dada por el carisma y la aceptación de otros. El líder que necesitamos en nuestras fábricas debe tener no tan solo un despliegue de conocimientos asociados al mundo de la industria y madera, sino además ser exitoso en la relación con las demás personas.

Algunos tips observables y dignos de analizar en la persona escogidas como líder, son los siguientes:

ü      Dice la verdad.

ü      Actúa con respeto, pero sin adular.

ü      Piensa en sí mismo antes de juzgar la acción de alguien.

ü      No se cree superior a los demás.

ü      Actúa con franqueza pero sin ofender.

ü      Escucha siempre con interés.

ü      Contagia de alegría y disponibilidad para el trabajo.

ü      Se siente perteneciente a la fábrica.

ü      Toma iniciativas propias.

ü      Asume con responsabilidad las consecuencias de sus acciones.

ü      Cree en el trabajo en equipo.

Recordemos que “cuando un leñador se detiene para afilar su hacha no está perdiendo el tiempo, está invirtiéndolo para tener un mejor proceso y al finalizar una mayor producción”

A nuestros Empresarios visionistas los invito a tomar unos minutos e invertirlos en apreciar las necesidades de liderazgo de sus colaboradores.