POR: Ing. Alexander Javier Murillo Rada
Con profunda preocupación observo que a diario las organizaciones y los grandes exponentes de la calidad, se preocupan por incrementar el nivel de sus productos y el margen de contribución de los mismos; Utilizando o mezclando todas las teorías o herramientas que prometen cambiar la historia de la organización. Son muchas las estrategias y las filosofías que prometen en su ejecución, cambiar la realidad de las organizaciones.
De hecho, muchos de nosotros lo asumimos de tal manera, que cuando salimos de una conferencia de MARTILLOS, todo nos parece clavo y creemos que hemos hallado la herramienta que solucionará nuestros problemas. La calidad, es mas que una palabra o un concepto. La calidad, he aprendido que es un forma de vida, que incluso desde casa y a muy corta edad, ya no las están inculcando de una u otra manera.
Ser puntuales, Organizar nuestra agenda, Limpiar nuestro entorno, cumplir con las expectativas de los superiores, ser creativos y entre otras...
Son tareas que desarrollan en nosotros un hábito de calidad. Como ingeniero y especialista en temas de calidad, reconozco que muchas de las filosofías existentes en el mercado, son muy buenas. Soy de los convencidos, que el manejar una buena estadística y tener claros fundamentos teóricos Administrativos, son vitales para alcanzar la productividad ( productos / insumos) y mejorar la calidad de los procesos y productos.
Sin embargo todo aquello, no pasará a hacer mas que fórmulas matemáticas escritas en papel amarillento por el tiempo.... si no explotamos y trabajamos sobre el verdadero corazón de la calidad..... “El Alma de quienes trabajan en nuestras organizaciones.
Un personal desmotivado, sin sentido de pertenencia, apático, con preocupaciones que intervienen en el rendimiento laboral. No hará que la realidad de nuestras organizaciones cambie positivamente.
LOCO ES AQUEL, QUE HACIENDO SIEMPRE LO MISMO, ESPERA UN RESULTADO DIFERENTE DE LAS COSAS. Amigo lector, Regálese la oportunidad de conocer muy bien a su Talento Humano, Indague sobre sus intereses, aptitudes, sueños, expectativas y necesidades. De pronto se dará cuenta que tienen el potencial necesario para lograr el mejoramiento continuo que pretende alcanzar en su organización. Comprométalos con responsabilidades que en ocasiones son ajenas a las tareas que comúnmente realizan, como la realización de una cartelera, elaboración de un mensaje, diseño del logotipo de la empresa, composición del himno de la misma, etc.
De esta manera, se despertará un sentido de pertenencia inimaginable que podría ser la seguridad de un equipo de trabajo serio y con visión de futuro. No pretendo, con el presente, convertir nuestras organizaciones en circos romanos o centros recreacionales, ni mucho menos. Pero si que la empresa sea un lugar agradable donde cada uno se siente pieza fundamental para alcanzar el éxito.